Aug
28
Aquí estoy
Dice la tradición cristiana que a Longinos se le desprendieron sendas escamas de los ojos cuando sobre ellos cayó la sangre y el agua del costado de Cristo, que él acababa de abrir con su lanza. Fue a comprobar la muerte del hombre y recibió la vida de Dios. ¿Cabe algo más inmerecido, más gratuito?
Hoy abre los ojos este blog, en plena madrugada entre Santa Mónica y San Agustín, día de fiesta para los conversos como yo. Agustín buscaba la verdad apasionadamente... Longinos, de alguna forma, también la buscó: buscó, lanza en mano, la verdad sobre si aquel hombre estaba vivo o muerto, para ponerla de manifiesto ante todos. Más aún: su lanza buscó el corazón de Cristo, que es la Verdad.
Hoy abre los ojos este blog, en plena madrugada entre Santa Mónica y San Agustín, día de fiesta para los conversos como yo. Agustín buscaba la verdad apasionadamente... Longinos, de alguna forma, también la buscó: buscó, lanza en mano, la verdad sobre si aquel hombre estaba vivo o muerto, para ponerla de manifiesto ante todos. Más aún: su lanza buscó el corazón de Cristo, que es la Verdad.