La noche del 9 de Diciembre pude dormir poco y mal. Los niños estaban malitos, y constantemente se despertaban tosiendo o llorando. Además, me había acostado tarde, porque la niña tardaba muchísimo en dormirse; y además, llevo un tiempo en que no consigo acostarme pronto; me quedo perdiendo el tiempo, haciendo zapping.

El día 10 salí de Cádiz con el coche a las 7:45, para llegar a la reunión de trabajo que tenía en Granada a las 11h. Llevaba en el coche el cuadro de María Emilia Riquelme (en la foto), pintado por Maribel, mi mujer. Aprovecharía el viaje a Granada para entregárselo a las monjas de su congregación.
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