Feb
19
Mis argumentos favoritos para defender la vida
1. Cada vida cuenta
Tú, yo y cada ser humano que viene al mundo fue pensado por el amor de Dios.
Los que ya reconocemos ese amor de Dios y experimentamos cada día su misericordia, somos especialmente sensibles a algo que, de todas formas, cualquier persona puede percibir en su conciencia: que toda vida humana es infinitamente valiosa, por pequeña, débil o enferma que parezca, y que debe ser acogida, respetada, protegida, cuidada… ¡amada!
“…Que hasta el más vil gusano su destino ya tiene,
que tu aliento palpita en todo lo que viene…”
-Dulce María Loynaz, poetisa cubana
Independientemente de nuestras creencias religiosas, las personas somos capaces de percibir algo sagrado en cada ser humano, especialmente en el más débil, enfermo o inocente.
Tú, yo y cada ser humano que viene al mundo fue pensado por el amor de Dios.
Los que ya reconocemos ese amor de Dios y experimentamos cada día su misericordia, somos especialmente sensibles a algo que, de todas formas, cualquier persona puede percibir en su conciencia: que toda vida humana es infinitamente valiosa, por pequeña, débil o enferma que parezca, y que debe ser acogida, respetada, protegida, cuidada… ¡amada!
“…Que hasta el más vil gusano su destino ya tiene,
que tu aliento palpita en todo lo que viene…”
-Dulce María Loynaz, poetisa cubana
Independientemente de nuestras creencias religiosas, las personas somos capaces de percibir algo sagrado en cada ser humano, especialmente en el más débil, enfermo o inocente.