Nov
29
La parábola del administrador astuto
Está en Lucas 16, 1-15, en el contexto de que Jesús iba camino de Jerusalem parando a predicar en ciudades y aldeas. Allí hablaba a sus discípulos, incluyendo publicanos (recaudadores de impuestos para los romanos, odiados por el pueblo) y pecadores, en presencia de los fariseos. Estos, altivos y orgullosos, murmuraban de Jesús por acercarse a los pecadores y hasta "mancharse" comiendo con ellos. Él les pone varias parábolas como la del hijo pródigo, la oveja perdida y la moneda perdida, mostrándoles que viene a los que tienen necesidad de convertirse. Los fariseos se creían perfectos; al menos, comparados con el resto, pero tenían mucho amor al dinero.