Opiniones de un converso

Mi mujer y yo no habíamos podido tener hijos en más de 10 años de matrimonio. Algún problema había aparentemente por mi parte, mientras que por la suya ninguno, si bien con el tiempo desarrolló un endometrioma. No quisimos recurrir a la fecundacion in vitro, al principio por obediencia a la Iglesia y abandono en la voluntad de Dios, y luego porque realmente vimos y comprendimos interiormente que suponia una manipulación de la procreación. 

Fuimos a Lourdes a pedir descendencia estando ella con ese problema, el endometrioma. Coincidimos allí con el ultimo viaje de San Juan Pablo II fuera de Italia, para la fiesta de la Asunción de la Virgen. Él estaba rezando en la gruta y nosotros detras, al otro lado del río Gave.

Que "me comunico con Dios" significa que entre Él y yo hay un diálogo constante. Dejando aparte mi infancia, en mi conversión, él me llamó a los 30 años, cuando yo ni siquiera le buscaba, ni buscaba ya la verdad y había hecho méritos más que suficientes para que me rechazara justamente. Entonces me dio un anhelo fuerte en un sueño, el anhelo por encontrar libros que me gustaran, unos libros que yo no encontraba ni conocía.

Mi mujer y yo conocimos al P. Loring poco tiempo después de convertirnos. Fue en una Misa, en la preciosa iglesia barroca de Santiago Apóstol, sede de los jesuitas en Cádiz. Tenía cerca de 80 años, pero predicaba con un vigor envidiable, como lo hizo hasta el final. Aquel día, el tema de su homilía era “la muerte”, que puede venir en cualquier momento, sin que sepamos el día ni la hora.

El Rey Fernando III el Santo (siglo XIII), que da su nombre a la ciudad de San Fernando, en Cádiz, encarnó el ideal más elevado de la caballería cristiana. Fue hijo de Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla. Ella y Blanca de Castilla fueron hermanas que tuvieron hijos santos: San Fernando, Rey de Castilla y León, y San Luis, Rey de Francia. Blanca llegó a decirle a su hijo Luis: "hijo, te quiero mucho, pero antes preferiría verte muerto a que cometieras un pecado mortal".

Es difícil captar la existencia de Dios, porque está más allá de todo lo que podemos ver, tocar y medir, y es completamente distinto de lo que observamos de forma cotidiana. También tenemos dificultades porque Dios es mucho más de lo que con nuestra capacidades podamos conocer. Decía Teresa de Lisieux que "Dios es mucho mejor de lo que piensas", y eso vale para todos, por muy creyentes que seamos.

Si te cansas de ser tú mismo... es que no eres tú mismo. Has intentado vivir una vida que no es la tuya, no es la que de verdad necesitas vivir. Debes buscar por qué, qué es lo que está equivocado.

Estar en una situación así, aunque lo que voy a decir es todo lo contrario de lo que uno experimenta, no es tan malo, aunque en este momento sea realmente espantoso y no se vea por dónde tirar, aunque se lleven años así y se haya perdido toda esperanza.

Mao Zedong (o Tse-Tung), el genocida más sanguinario de la historia, que se endiosó a sí mismo en la "Revolución Cultural", pensó que reprimir sin más a los cristianos podía ser como soplar sobre ascuas, y prefirió mantenerlos controlados. Siguió así la idea de Hitler, al cual los católicos aburguesados no le preocupaban, solo se preocupó de los se le oponían con fuerza. Sin líderes capaces, los demás no serían capaces de alzar su voz.